Siempre he sido un poco reacio a defender a capa y espada a la Ciencia así como a la Religión o la Filosofía aunque, naturalmente, podemos decir que todo el conocimiento humano está comprendido en ellas.
La Ciencia verifica con resultados unas hipótesis previas, pero no admite como tal aquello que aún no ha podido demostrar. Por otra parte, la Religión predica unos postulados en los que se debe creer como dogmas de fe, pero que, en muchos casos, no se han comprobado. Afortunadamente, cada vez hay más científicos interesados en encontrar puntos de encuentro entre la Ciencia, la Religión y la Filosofía, especialmente en el terreno de la conciencia humana.
Conexión Ciencia – con Ciencia
Una de las especialidades científicas que, sin duda, más avances está realizando en este campo es la Física Cuántica, que pretende hacernos ver la realidad desde un punto de vista totalmente diferente a la clásica Física newtoniana. Una nueva forma de pensar y entender la vida que puede cambiar creencia asumidas.
Vamos a ver, a nivel muy básico, algunos de los principios cuánticos. Para nuestros sentidos y en nuestras tres dimensiones es obvio que la materia existe, pero esa misma materia a niveles subatómico se transforma en patrones energéticos y ondas vibracionales. Es decir, si pudiéramos verlo sería como un vacío, que es un campo energético por donde se mueven núcleos atómicos cohesionados por partículas (gluones) envueltos en una nube de electrones, que en definitiva son ondas estacionarias de vibración.
Se ha demostrado que los cristales, especialmente el cuarzo, reaccionan según la intención de la pesona que los está observando. A nivel energético podríamos decir pues que la conciencia del observador está interactuando con las moléculas del cristal. En otras palabras, lo que pensamos influye en lo que hay alrededor. A través del campo de punto cero constantemente se intercambia información entre el campo cuántico de la conciencia y todo lo que hay alrededor. Por tanto es muy importante cuidar el pensamiento ya que influye determinantemente en la realidad. La interacción de la conciencia con nuestra salud es esencial.
En consecuencia, hemos de pensar, sentir y actuar lo más correctamente posible, transmutar energías de ira, temor, miedo, etc. y vivir desde la paz, el amor y la alegría. Suena utópico pero seguro que estaríamos más sanos y con mayor vitalidad.
Hasta aquí y de la forma más básica y breve posible hemos comentado uno de los postulados de la teoría cuántica respecto a la conciencia.
Veamos ahora las aportaciones que al respecto hace la Neurobiología (extracto de los comentarios del Dr. Echegaray,doctor en Biología celular y Neuroanatomía).
La energía forma todas las células de nuestro cuerpo, son inteligentes, saben actuar al margen del cerebro y conocen su misión. Hay una sabiduría y un orden que permite a cada célula actuar adecuadamente. Si aceptamos que todo lo que forma la energía es inteligente, nuestra percepción de la realidad se amplía, por tanto, para evolucionar y dado que somos básicamente energía, debemos ir sublimando nuestro cuerpo. En otras palabras, reaccionar menos, elevar las percepciones, ir más allá de los sentidos y comprender más. El amor es una energía que forma una naturaleza que te permite dar un ambiente adecuado a las células. Si miras con más amor y hablas con más amor, sientes con más amor y tus células te lo agradecen, y las de los que están a tu alrededor Somos un todo.
Hemos visto, a nivel muy básico, lo que en pleno siglo XXI están aportando ciencias como la Cuántica y la Neurobiología. Faltaba relacionarlo con lo que sobre estos temas, comentan filosofías, religiones, antiguos sabios, etc. en épocas y lugares bien distintos. La lista sería interminable por lo que pondremos sólo tres ejemplos.
El famoso libro El Kybalión, atribuido al dios egipcio Thoth afirma: «Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra».
En las sentencias del Libro del Equilibrio y la Armonía (textos de prácticas taoístas s. XIII) se afirma: «Todos los seres son una forma y una energía. Forma y energía son espíritu. Espíritu es apertura total».
Danah Zohar en su libro El YO apunta: «La conciencia es la relación entre partículas y un fenómeno de onda. Mente y cuerpo serían el reflejo de esta dualidad onda- partícula.
Como vemos los tres presentan un denominador común: somos energía, vibración y onda, además de tener cuerpo consTituido por minúsculas partículas.
Todo lo expuesto me invita a concluir con una frase de Zhuangzi (filósofo chino del siglo IV ac):
«Hay que fundirse con la ley de la unidad universal, pues el universo es la unidad de todas las cosas y quien alcanza esta unidad y se identifica con ella posee una paz interior imperturbable».
ZHUANGZI